Estrés
¿Qué es el estrés?
El tipo de vida que llevan algunas personas puede ser muy frenético, por lo que les hace llevar un ritmo de vida con mayor nivel de estrés para poder cumplir con todas sus tareas.
Ejemplo: Marta es madre de dos niños de 6 y 8 años de edad, está separada y trabaja en una fábrica. Se levanta a las 06:00 para preparar la comida del día y llevar a sus hijos al colegio antes de entrar a trabajar. Una vez en el trabajo, en su lineal la va marcando la producción y en campañas se la aumentan. Cuando sale del trabajo, tiene que ir corriendo a recoger a sus hijos al colegio y cuando llega a casa no cesan las tareas.
En este ejemplo podemos ver que Marta va corriendo a todos lados y enlaza una actividad con otra, sin darle tiempo a desconectar entre ellas. Día tras día, año tras año. Así origina estrés, que le afecta en distintas áreas de su vida: en sus emociones, pensamientos, relaciones sociales, sintomatología física, etc.
En el ejemplo de Marta se debe de trabajar para corregir el estrés desde estrategia multidimensional. Así lograremos avances y consolidaremos una mejor respuesta frente a los desafíos cotidianos. El ejemplo de Marta no es algo aislado ya que, en la actualidad, son muchas las personas que padecen estrés. Puede llegar a ser crónico y preocupante para la sociedad.
Este es el comienzo de la ansiedad u otras dolencias ya sean físicas o psíquicas. De hecho, las salas de los médicos de cabecera están colapsándose debido a este mal común que estamos sufriendo.
Causas del Estrés: Cómo Identificar y Manejar los Desencadenantes
El estrés puede surgir por una variedad de factores, tanto externos como internos, que afectan nuestra capacidad de afrontar las demandas del día a día. Identificar las causas es el primer paso para gestionarlo eficazmente. Aquí te presentamos algunas de las causas más comunes del estrés:
Demandas laborales excesivas: Altos niveles de responsabilidad, plazos ajustados y cargas de trabajo pesadas son fuentes comunes de estrés laboral. Esto puede llevar a una sensación de falta de control y a la necesidad de estar constantemente en alerta.
Problemas financieros: Las preocupaciones sobre el dinero, las deudas o la falta de ingresos estables pueden desencadenar altos niveles de estrés, afectando la calidad de vida y la salud mental.
Conflictos personales y familiares: Las relaciones interpersonales difíciles, ya sean con la pareja, la familia o amigos, son una causa importante de estrés. La falta de comunicación o el conflicto constante generan una tensión que puede manifestarse física y emocionalmente.
Cambios significativos en la vida: Eventos como mudanzas, divorcios, pérdida de un ser querido o cambios en el trabajo son factores que pueden desestabilizar y generar una respuesta de estrés.
Percepción de falta de tiempo: Sentir que no hay suficiente tiempo para cumplir con las responsabilidades diarias puede aumentar la ansiedad y el estrés, especialmente cuando se intenta equilibrar el trabajo, la familia y el cuidado personal.
Estrategias para manejar las causas del estrés:
- Establece límites claros entre el trabajo y el tiempo personal.
- Aprende a delegar tareas y pide ayuda cuando lo necesites.
- Desarrolla habilidades de resolución de conflictos para mejorar la comunicación en tus relaciones.
- Practica la aceptación ante los cambios inevitables y enfócate en lo que puedes controlar.
Síntomas del Estrés: Físicos, Emocionales y Conductuales
El estrés puede manifestarse de muchas formas, y sus síntomas varían de una persona a otra. Reconocer estos síntomas es crucial para abordar el problema a tiempo.
Síntomas físicos: Incluyen dolores de cabeza, tensión muscular, problemas digestivos, fatiga crónica, insomnio y alteraciones en el apetito. Muchas personas experimentan también palpitaciones o sensación de ahogo, especialmente en situaciones de alta presión.
Síntomas emocionales: Irritabilidad, ansiedad, depresión, cambios de humor y una sensación constante de agobio son indicativos de que el estrés está afectando a nivel emocional. Las personas estresadas suelen sentirse abrumadas y tienen dificultades para relajarse.
Síntomas conductuales: Pueden incluir comportamientos evitativos, como procrastinar o evitar responsabilidades, así como hábitos poco saludables como fumar, beber en exceso o comer en exceso como formas de lidiar con el malestar.
Cómo identificar los síntomas del estrés:
- Lleva un diario para identificar patrones de comportamiento o momentos en los que sientes más estrés.
- Presta atención a los cambios en tu estado de ánimo y en tu salud física.
- Consulta a un profesional si experimentas síntomas persistentes que afectan tu vida diaria.
Tratamiento para contrarrestar el estrés
Modificación del pensamiento
Al cabo del día nos invaden diversos pensamientos, unos más acertados que otros, con menor o mayor frecuencia. Algunos aparecen en forma de “rumia” pensamiento repetitivo, en bucle. Muchos de estos pensamientos son ideas, idealizaciones, fantasía, o razonamientos a distintos acontecimientos, pero todos ellos tienen en común que son “pensamientos basura” con características comunes: Surgen de forma automática e irracional.
Esto nos desemboca en limitaciones como la negatividad, futuribles, fatalismos o el miedo. A través de la modificación del pensamiento iremos corrigiéndolos. Nos apoyaremos de recursos como autorregistros. Reflejando en los mismos las ideas que nos van surgiendo a diario y cuestionándolas, de este modo veremos qué pensamientos distorsionados solemos tener. Una vez identificados, pasaremos a modificarlos a través de la reestructuración cognitiva, dicho de otro modo, modificación del pensamiento.
Técnicas de inoculación del estrés
El objetivo fundamental es dotar al paciente en la adquisición de habilidades que le permitan reducir la actividad fisiológica que se activó. También nos centraremos en reducir los diversos enfoques mentales negativos que presenta la persona. Para ello, se debe hacer una psicoeducación sobre el estrés, cuáles son sus orígenes y la implicación que tiene en las emociones que activan la ansiedad. Además que, como todo esto desemboca de diversas formas, dependiendo del tipo de pensamiento que tengamos, los pasos a seguir serán:
- Reestructuración cognitiva
- Estrategias de relajación
- Dotar de habilidades conductuales para la gestión del estrés
- Habilidades de afrontamiento
Técnicas de resolución de problemas
En esta técnica pasamos a centrarnos en la resolución de problemas que nos genera el estrés. Se realizan las siguientes pautas:
- Localizar el problema y hacer una descripción del mismo.
- Saber cuales son los objetivos que se quieren conseguir.
- Realizar una batería de posibles soluciones con distintas perspectivas.
- Tomar una de las soluciones propuestas
- Llevarlo a cabo y hacer una evaluación sobre la resolución elegida.
- Gestionar las diversas emociones que surgen en cada pauta.
Relajación muscular progresiva de Jacobson
Se aplicará esta relajación al paciente para logar un estado de calma, reduciendo la activación fisiológica y liberación mental.
Cuando estamos estresados, tensamos los músculos de manera inconsciente, llenándolos de tensiones. Por lo que se enseñará al paciente a tensar y relajar distintos grupos musculares, como puedan ser los brazos, las piernas, etc. Si se aprende a focalizar la atención en ese grupo muscular, tensando y relajando, aprenderemos a manejar las tensiones musculares y por tanto sabremos afrontarlas.
Una vez recuperado el equilibrio físico, se procederá a realizar una reestructuración de pensamientos y a corregir los distintos enfoques mentales que se venían usando, con la finalidad de no repetir el mismo error en el futuro.
Respiración diafragmática
Para finalizar, advertir que todo este proceso lleva su tiempo, además del propio compromiso personal en querer manejar el estrés.
Todas estas técnicas te ayudaran a tener mayor control en tus pensamientos y emociones en general en tu vida. Pero si además a todo esto le sumamos un ritmo de vida saludable, como realizar ejercicio habitualmente, tener una buena alimentación, dedicarse tiempo para si mismo y para los demás, ayudaran a tener un mejor resultado.
Estrés Laboral: Síntomas, Causas y su Relación con las Bajas Laborales
El estrés laboral es una de las formas más comunes de estrés, que afecta a millones de personas en el ámbito profesional. Se produce cuando las demandas del trabajo superan la capacidad del individuo para manejarlas, lo que puede tener consecuencias graves tanto para la salud como para el rendimiento.
Síntomas del Estrés Laboral
El estrés en el trabajo puede manifestarse de diversas maneras, y sus síntomas varían en función de la persona y la naturaleza del trabajo. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
Fatiga crónica y agotamiento: Sentirse constantemente cansado, incluso después de descansar, es uno de los síntomas más comunes del estrés laboral.
Problemas de concentración y memoria: La mente puede sentirse dispersa, con dificultades para enfocarse en las tareas diarias o recordar detalles importantes.
Cambios en el estado de ánimo: Irritabilidad, ansiedad y una sensación de desánimo son respuestas emocionales frecuentes ante el estrés en el trabajo.
Trastornos del sueño: El insomnio o los patrones de sueño interrumpidos son señales claras de que el estrés está afectando al bienestar físico y mental.
Dolores físicos: Dolores de cabeza, problemas digestivos y tensión muscular, especialmente en la espalda y el cuello, son síntomas físicos comunes del estrés laboral.
Causas del Estrés Laboral
Las causas del estrés en el ámbito laboral pueden ser diversas y a menudo se relacionan con la cultura organizacional y las demandas del puesto de trabajo. Entre las principales causas se encuentran:
Exceso de trabajo y plazos ajustados: La sobrecarga de trabajo, combinada con la presión de cumplir plazos ajustados, genera una constante sensación de urgencia y estrés.
Ambiente de trabajo tóxico: Relaciones conflictivas con jefes o compañeros, acoso laboral, y una cultura empresarial negativa son factores que incrementan el estrés.
Falta de reconocimiento y apoyo: Sentirse infravalorado o no recibir apoyo adecuado por parte de superiores y colegas puede llevar a una disminución en la motivación y un aumento del estrés.
Falta de control y autonomía: La incapacidad de influir en las decisiones que afectan el propio trabajo o la falta de autonomía en las tareas puede generar una sensación de impotencia.
Inseguridad laboral: El miedo a perder el empleo o la incertidumbre sobre el futuro profesional también son factores que contribuyen al estrés.
Relación del Estrés Laboral con las Bajas Laborales
El estrés laboral no solo afecta la salud y el bienestar del trabajador, sino que también puede llevar a ausencias prolongadas del trabajo. Algunas formas en que el estrés laboral se relaciona con las bajas incluyen:
Baja por ansiedad o depresión: El estrés prolongado puede desembocar en trastornos más graves, como ansiedad o depresión, que requieren baja médica.
Problemas físicos crónicos: Afecciones como dolores musculares, migrañas y problemas digestivos pueden ser motivo de baja laboral cuando el estrés se vuelve insoportable.
Burnout (Síndrome de desgaste profesional): Este estado de agotamiento extremo y desconexión emocional con el trabajo es una causa frecuente de bajas largas y requiere un enfoque integral para su tratamiento.
Para prevenir las bajas por estrés laboral, es fundamental que tanto empleadores como empleados tomen medidas proactivas, como establecer límites saludables, fomentar una comunicación abierta y buscar apoyo profesional cuando sea necesario.
Estrés Emocional: Cómo Afecta a tu Bienestar y Estrategias para Gestionarlo
El estrés emocional es una respuesta del cuerpo ante situaciones que percibimos como amenazantes o abrumadoras, afectando profundamente nuestro bienestar mental y físico. Es un tipo de estrés que no siempre tiene una causa externa evidente, y a menudo está relacionado con cómo procesamos nuestras emociones internas.
¿Qué es el Estrés Emocional?
El estrés emocional se manifiesta cuando las emociones negativas, como la ansiedad, la tristeza, la ira o el miedo, se vuelven abrumadoras y difíciles de manejar. A diferencia del estrés físico o laboral, el estrés emocional tiene un impacto más profundo en el bienestar mental y puede interferir en la vida diaria de maneras sutiles pero significativas.
Síntomas del Estrés Emocional
Cambios de humor: Pasar de la tristeza a la ira o la ansiedad en cuestión de momentos es un síntoma claro de que el estrés emocional está presente.
Sentimientos de agobio: Sentirse incapaz de manejar las emociones y tener la sensación de que todo es demasiado abrumador son signos de estrés emocional.
Aislamiento social: Las personas que experimentan estrés emocional a menudo tienden a retirarse de sus amigos y familiares, lo que puede empeorar la sensación de soledad.
Reacciones emocionales intensas: Responder de manera exagerada a pequeñas molestias o tener ataques de llanto inesperados son formas comunes en las que se manifiesta el estrés emocional.
Problemas de sueño: Dificultades para conciliar el sueño o despertares nocturnos frecuentes debido a preocupaciones constantes.
Causas del Estrés Emocional
Eventos traumáticos: Experiencias difíciles como la pérdida de un ser querido, una ruptura o un cambio significativo en la vida pueden desencadenar un estrés emocional intenso.
Expectativas personales: La autoexigencia y la presión por cumplir con estándares poco realistas pueden generar un constante estado de estrés emocional.
Conflictos interpersonales: Las relaciones tóxicas, ya sean familiares, de pareja o de amistad, son un caldo de cultivo para el estrés emocional.
Manejo inadecuado de las emociones: La incapacidad para expresar o procesar adecuadamente las emociones puede llevar a una acumulación de estrés emocional.
Estrategias para Manejar el Estrés Emocional
Identifica y valida tus emociones: Reconocer y aceptar las emociones sin juzgarlas es el primer paso para manejar el estrés emocional. Es importante no reprimir lo que sientes.
Practica la autocompasión: Sé amable contigo mismo y evita la autocrítica excesiva. Entiende que es normal sentirse abrumado a veces y que el autocuidado es fundamental.
Técnicas de respiración y meditación: La respiración profunda y la meditación pueden ayudarte a centrarte y a calmar la mente cuando las emociones te superan.
Apoyo emocional: Hablar con amigos, familiares o un terapeuta puede proporcionarte un espacio seguro para expresar tus sentimientos y encontrar perspectivas diferentes.
Establece límites emocionales: Aprende a decir no y a poner límites a situaciones o personas que incrementen tu estrés emocional.
Escribe un diario emocional: Llevar un registro de tus pensamientos y sentimientos puede ayudarte a identificar patrones y a comprender mejor qué desencadena tu estrés emocional.
¿Sufres de estrés o estás habitualmente expuesto a situaciones estresantes?
No dejes que estos síntomas tomen el control de tu vida. En Carolina Lozano Psicología, trabajamos contigo para desarrollar un plan de tratamiento personalizado que te ayudará a controlar el estrés y mejorar tu bienestar emocional.